¿Y todo esto para qué? ¿Qué sentido tiene la vida? Este es el gran misterio que nos acecha en cada esquina de nuestro camino vital. Para responder acudí a los filósofos y al estudio de las religiones. Insuficiente para un agnóstico. Necesitaba argumentos empíricos. Ahí descubrí que estamos asistiendo a un cambio de paradigma. Hoy eminentes científicos investigan sobre las Experiencias Cercanas a la Muerte, tratando de demostrar que hay algo que nos trasciende. La ciencia, el bastión del materialismo, empieza a dar señales de transformación. ¿Cómo es posible que el padre del genoma humano, Francis Collins, formado en el método científico, crea en Dios? ¿O que discípulos de Stephen Hawking, de la Universidad de Cambridge, investiguen sobre la consciencia multidimensional, o sea, que la conciencia no es un epifenómeno de la materia?

Estimulado por el Sapere Aude de Kant y el principio socrático de buscar la verdad a dónde sea que nos lleve, me encontré con Einstein: “Hay un espíritu que se manifiesta a través de las leyes del universo”.